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Primer domingo de Cuaresma’21

Querido hermano y hermana cofrade. Entre otras actividades relacionadas con la Semana Santa, este año te ofrecemos este material de reflexión. Es un breve comentario y una invitación a la oración para cada domingo de Cuaresma. Ojalá y te sirva para estar cerca del Señor estos días, a quien veneramos en la imagen de su oración en el huerto. Que la aceptación a la voluntad del Padre de Jesús en Getsemaní, te ayude a saber responder a los interrogantes de la vida desde la luz del Evangelio. Feliz Cuaresma.

Francisco Guerrero González.

Ntro. Padre Jesús Orando en el Huerto

POR BUEN CAMINO, EN BUENAS MANOS

1er domingo de Cuaresma

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,12-15):

En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.
Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»

La conversión de vida empieza exactamente en el momento en que uno le dice SÍ al Señor, con ciencia suficiente de lo que este SÍ significa, y a lo que se compromete.

MEDITO Y CONTEMPLO

El Espíritu empujó a Jesús al desierto:

¿A dónde nos empuja a nosotros el Espíritu? ¿Cuáles son nuestros desiertos? ¿Qué tierras nos encontramos en ellos y qué ángeles nos sirven? ¿En qué situaciones de conflicto vivimos nuestro ser cristianos?

¿Cómo percibimos hoy la invitación a la conversión? ¿Creemos en el Evangelio?

Quizá son las preguntas que a lo largo de toda la Cuaresma, tenga que formularme e intentar responder.

ORACIÓN

Estoy aquí, Señor, pequeño y pobre,

arrepentido de mis silencios y endurecimientos,

de mis pecados de desamor,

de incredulidad y de desesperanza.

¿Cómo puedo hablarte?

He hablado por todas partes demasiado,

y no siempre bien.

Me corresponde hacer silencio en tu presencia;

y si ahora tomo la palabra es porque a pesar de mí mismo,

escuchas mi clamor por los rechazados de la tierra:

Por los que buscan y no encuentran, llaman y no les abren.

Por quienes ven pisados sus derechos y su dignidad.

Por quienes no pueden creer en ti a causa de los creyentes de carné.

Por quienes sufren el escándalo de quienes llevamos tu nombre.

Por quienes no tienen a nadie que les hable de ti.

Tú que eres el amor ayúdanos a comprometernos desde ahora:

por la fraternidad cristiana que Jesús nos ha enseñado.

Para hacer llegar a la humanidad la fuerza de tu Espíritu.

Para transmitir la ternura de María de Nazaret,

mujer de fe y comprometida, pobre y solidaria,

fiel y generosa.

Padre nuestro….


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