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EL AMOR CUIDA LA VIDA

Aquí os dejamos la personal felicitación navideña, que nuestro consiliario D. Francisco Guerrero González, ha creado para todos nosotros.

Soñar, y soñar juntos, soñar entre nosotros, tiene más sentido en Navidad, cuando celebramos la razón de nuestro sueño y nuestra esperanza. Dios se hace niño. De María, nace Dios en medio de la vida. 

Su luz ilumina hasta los más oscurecidos rincones de la existencia, y nos desvela las sendas de humanidad que podemos transitar para llegar hasta él y, como los pastores y los magos, reconocerle y adorarle. 

Soñar es descubrir en la pequeñez de lo frágil, de lo insignificante y marginal, las semillas escondidas del Reino, las que ya están sembradas en la vida, y aquellas de las que somos portadores -como los magos y los pastores- para ofrecer y sembrar en la vida del mundo y de la Iglesia. Es seguir percibiendo los signos pequeños y vulnerables del Reino donde surgen, como un niño envuelto en pañales, en las periferias de la vida. Es percibirlos, reconocerlos, y cuidarlos.
 
Soñar es poner cauces de realidad a la Esperanza. Soñar es ilusionarnos con el proyecto de comunión que Dios pone en nuestras manos. Soñar es experimentarnos amados por Dios en toda circunstancia de nuestra existencia.

Navidad es tiempo de soñar. De gozar de los sueños, y de empezar a hacerlos realidad. Nos insiste Francisco: ¡Qué importante es soñar juntos! […] Solos se corre el riesgo de tener espejismos, en los que ves lo que no hay; los sueños se construyen juntos». Soñemos como una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos. (FT 8)

En este momento de la historia, marcado por la crisis ecológica y por los graves desequilibrios económicos y sociales, agravados por la pandemia del coronavirus, necesitamos más que nunca la fraternidad. Y Dios nos la ofrece dándonos a su Hijo Jesús: no una fraternidad hecha de bellas palabras, de ideales abstractos, de sentimientos vagos... No. Una fraternidad basada en el amor real, capaz de encontrar al otro que es diferente a mí, de compadecerse de su sufrimiento, de acercarse y de cuidarlo, aunque no sea de mi familia, de mi etnia, de mi religión; es diferente a mí, pero es mi hermano, es mi hermana. Y esto es válido también para las relaciones entre los pueblos y las naciones: Hermanos todos. (Francisco, Urbi et orbi, Navidad 2020)

Ojalá y los buenos deseos que en estos días circulan por todo el Planeta se vean cumplidos con la bendición del Niño Dios y el empeño de aquellas personas de buena voluntad de las que hablaron los ángeles en la noche santa de su nacimiento. Dios quiera y se cumpla lo que este hermoso himno recoge como un sueño a conseguir.



NUEVA CIVILIZACIÓN

Una tierra que no tiene frontera,
sino manos que juntas formarán
una cadena más fuerte
que la guerra y que la muerte.
Lo sabemos, el camino es el amor
 
Una patria más justa y más fraterna
donde todos construyamos la unidad.
Donde nadie es desplazado,
porque todos son llamados
Lo sabemos, el camino es el amor
 
Un nuevo sol se levanta
sobre la nueva civilización que nace hoy.
Una cadena más fuerte
que el odio y que la muerte.
Lo sabemos, el camino es el amor
 
La justicia es la fuerza de la paz
El amor, quien hace perdonar.
La verdad, la fuerza
que nos da liberación.
Lo sabemos, el camino es el amor
 
El que tiene comparte su riqueza
Y el que sabe no impone su verdad,
El que manda entiende
que el poder es un servicio.
Lo sabemos, el camino es el amor
 
El que cree contagia con su vida
y el dolor se cubre con amor,
porque el hombre se siente
solidario con el mundo.
Lo sabemos, el camino es el amor

(HIMNO DE LAS JORNADAS MUNDIALES DE LA JUVENTUD)
Buenos Aires 1987

FELIZ NAVIDAD, hermanos

Francisco Guerrero. Ciudad Real, Navidad de 2021



Remix villancicos: Noche de Navidad (Virgen de los Reyes)