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15 de mayo, San Isidro Labrador.

Desde la hermandad del Huerto, no queremos dejar pasar la ocasión de felicitar a nuestra querida y confraterna hermandad de San Isidro Labrador, en su día «culmen».

Hacemos extensiva esa felicitación a todos las hermandades de San Isidro de España, a todas las localidades donde hoy se celebra su día grande, y cómo no, a todos los labradores y labradoras, que con su buen hacer extraen de la tierra, los frutos del campo que sustentan a la población mundial.

Expresar desde aquí nuestro deseo de que el año que viene, las circunstancias sean otras, y se pueda celebrar esta «festividad» tan llena de luz, de alegría y de fraternidad entre la gente del campo, como se hacía hasta antes del comienzo de la pandemia.

¡Recibid todos/as un cordial saludo y un abrazo inmenso!

Un poco de historia

San Isidro Labrador (Madrid, c. 1082-ibídem, 30 de noviembre de 1172)​ nacido en el Mayrit musulmán fue un labrador mozárabe que estuvo posiblemente al servicio de la familia Vargas y de otros tantos señores terratenientes como Francisco Vera. Su trabajo como jornalero más mencionado por los biógrafos es a cargo de Juan de Vargas, y se realizó principalmente en el área de Madrid y alrededores. Se conocen algunos detalles de su vida por las alabanzas que indica un códice encontrado en la Iglesia de San Andrés en 1504 (denominado como Códice de San Isidro y escrito a finales del siglo XII) y donde se denomina Ysidorus Agricola. En este documento se menciona que está casado, con un hijo y proporciona referencia de solo cinco milagros, siendo los demás añadidos posteriormente procedentes de la tradición oral durante su proceso de beatificación por varios hagiógrafos. Pese a que aún no estuviese santificado, los madrileños le rendían un culto desde el siglo XII que iba incrementándose rápidamente en siglos posteriores. Por ello, las autoridades eclesiásticas, municipales, la aristocracia madrileña y la corona real española lideraron su proceso de canonización en el siglo XVI.

Milagros comunes

Los primitivos cinco milagros que aparecen gráficamente en el arca mosaica son los primeros descritos. Estos milagros, es de suponer, acaecen en vida de Isidro Labrador, es decir, en el siglo XII. Gracias a la descripción documental del códice de San Isidro se sabe que son cinco:​

  • Milagro del molino – Isidro multiplica el trigo que ofrece a las palomas hambrientas.
  • Milagro de los bueyes – En este milagro los bueyes aran y realizan las labores mientras Isidro reza. Al ser espiado por su amo, tras la acusación de que abandonaba el trabajo para rezar, este ve cómo los bueyes aran solos. Esta escena contiene significativos paralelos con las hagiografías islámicas, pero muchos de estos aspectos quedan ahora cristianizados.

Detalle de la talla de San Isidro Labrador, ángel y bueyes, (Iglesia de San Juan Bautista de Amaya).

  • Milagro del lobo – Unos niños le advierten a Isidro que hay un lobo que merodea a su burro, por lo que comienza a rezar y logra con esto, salvarlo del inminente ataque.
  • Milagro de la olla – Ofreciendo comida consiguió multiplicar la comida que tenía en una olla metiendo un puchero repetidas veces.
  • Milagro de la Cofradía

En el códice se narra igualmente como mediador para obtener lluvias en primavera. Los milagros que popularizan a San Isidro en el siglo XVII no parecen ser ninguno de estos cinco que figuran en el códice.

Milagros póstumos

Los milagros dentro de esta categoría caen dentro del periodo que va desde 1421 y 1426. Los milagros de San Isidro narrados sufrieron cuantiosas alteraciones con el transcurso de la Edad Moderna.​

Visitaba a menudo las escasas iglesias que tenía Madrid y al principio otros campesinos decían que esto lo hacía por holgazanería en lugar de por devoción. Una vez Vargas salió a comprobar si esto era cierto, y encontró a los ángeles arando en su lugar. Otra forma de contar el milagro, que aparece en las actas de la canonización, es que Vargas encontró a Isidro arando con ángeles y esto le hacía arar más rápido. Tras presenciar el milagro nombró a Isidro administrador de su hacienda. Otro milagro cuenta que una vez se presentó un pobre en su casa pidiendo de comer y él fue a darle de la olla de comida que había preparado su mujer, y la olla, que estaba medio vacía, se llenó de comida. También se decía que la providencia hacía que su cosecha siempre fuera muy grande, y compartía lo que tenía con los hombres, las aves y otros animales.​

Entre sus milagros más famosos está el del pozo: su hijo, que posteriormente sería llamado San Illán, cayó al pozo y el padre, gracias a su oración, hizo que las aguas del pozo subieran y pudo rescatarlo. La tradición ha situado siempre el pozo del milagro en el interior de la casa Museo de los Orígenes de Madrid;​ las excavaciones arqueológicas realizadas en el solar a finales del siglo pasado avisaron que el pozo del Museo pudo ser muy posterior al tiempo de San isidro. Un estudio reciente demostró que el verdadero pozo del milagro se encuentra bajo los cimientos del Colegio de San Ildefonso y en esta casa falleció el Santo Labrador.​

Patronazgos

San Isidro Labrador es el patrono de Madrid, de Cartaya y Rosal de la Frontera Huelva, celebrándose todos los años su romería. También, del mismo modo, lo es de Los Barrios, donde igualmente se celebra la Romería de San Isidro Labrador (Los Barrios), declarada de interés turístico de España. También es patrono de La Orotava en la isla de Tenerife, de Talavera de la Reina, de Montellano (Sevilla), de Estepona Málaga, de La Malahá (Granada), de Labros (Guadalajara) y de Villar de Cañas (Cuenca).


Marcha «San Isidro Labrador» (Aurelio Gurrea Chalé)