CUARESMA 2023
Queridos hermanos de la Oración en el Huerto. De nuevo el miércoles de Ceniza marca el camino de preparación interior para la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Por esta la razón la Iglesia nos invita a vivir el acontecimiento central de nuestra fe con espíritu renovado. Como asociación cristiana de fieles no podemos despreciar la invitación que el Señor no hace permanentemente a lo largo de la vida: “Vuelve al amor primero” (Apocalipsis 2,4-7). Una propuesta que se ha de convertir en los seguidores/amigos del Señor en un compromiso real de vida. Somos discípulos, pero somos inseparablemente testigos del Amor de Dios, por la gracia del Bautismo. Vuelve al amor primero, tú y la Iglesia. Llamada personal e invitación comunitaria. Nos propone este tiempo de conversión hacer un alto en el camino para revisar si nuestra vida cristiana avanza en el seguimiento del Señor o se aparta del proyecto que él ha soñado para cada uno de nosotros. Un proyecto de vida que pasa necesariamente por la escucha de su palabra y por la puesta en práctica de su enseñanza. Como miembro de una hermandad cristiana como la nuestra: ¿has avanzado en tu vida de fe?. ¿Te sientes más cercano al Maestro para llevar a cabo la tarea que te encomienda como testigo de su evangelio en el mundo?. ¿Estás más cerca de las persona que hay a tu lado en la familia, en el trabajo, en tu grupo de amigos…?. ¿Es tu vida un reflejo de amor con el que Dios te ama?. ¿Son tus pensamientos y sentimientos hacia los demás los sentimientos y los pensamientos de Jesús?. ¿Te has planteado alguna vez que sacar la imagen de Cristo a la calle es una mentira si tu vida está a kilómetros de distancia de los que nos indica como camino de felicidad plena, que solo sirve quien ama y solo ama quien sirve?.
La Cuaresma, con su multiplicidad de actos y tareas, nos recuerda severamente que no podemos disociar nuestra vida personal de la fe que profesamos. La fe no es un quehacer privado del cual no tengo por qué dar razón de nada y a nadie. La fe se hace verdad en el amor, es decir en la proyección que de ella hacemos en la vida de cada día. Nada de lo que sucede a nuestro alrededor puede dejarnos impasibles. La relación con Dios, si es sincera, pasa necesariamente por el trato que el prójimo se merece. Y el prójimo es la persona con la que me encuentro cada día. De su respeto, de su escucha, de su defensa, de su cuidado y atención se sigue el respeto y la atención con la que tratamos con Dios. Toda forma de corrección fraterna, cuando pensamos sinceramente que la otra persona está equivocada, es imprescindible, menos aquella con la que queremos ridiculizar o hacer de menos al que no piensa como nosotros.
El Señor, una de cuyas imágenes artísticas custodia y exhibe nuestra Hermandad, nos llama en estos días a cuidar con esmero la herencia recibida. Unos bienes entregados por nuestros mayores, cuyo principal, y verdadero objeto de valor, es el Mandamiento del Amor. De su ejercicio concreto se seguirá la verdad con la que podemos hablar de nuestra devoción y amor sincero por Jesús. Lo demás se quedará en la superficie y no trasformará nuestro corazón.
Que el Señor de la Oración nos ayude a estar atentos para no desviarnos de su seguimiento como discípulos suyos, sin el cual nadie podría llamarse hermana o hermano suyo.
Don Francisco Guerrero González
Consiliario